Matías empieza el camino en febrero de 2012 y le lleva a visitar más de cuarenta países en todos los continentes. Se persona en los portales energéticos más importantes, donde deja unas llaves concebidas especialmente para la ocasión, como símbolo de reconexión, moviendo así el flujo energético planetario. Este camino es sostenido por una red de personas que se va sumando física y energéticamente a medida que avanza.
Matías empieza el camino en febrero de 2012 y le lleva a visitar más de cuarenta países en todos los continentes. Se persona en los portales energéticos más importantes, donde deja unas llaves concebidas especialmente para la ocasión, como símbolo de reconexión, moviendo así el flujo energético planetario. Este camino es sostenido por una red de personas que se va sumando física y energéticamente a medida que avanza.